"Se ha derogado el decreto 883", dijo el presidente de la Conaie, Jaime Vargas, en una conferencia de prensa en Quito.
El presidente Lenín Moreno había anunciado horas antes en Twitter la inminente derogación del decreto.
El dirigente indígena Leonidas Iza sostuvo que el nuevo decreto modificará la política de subsidios para que los combustibles no sean utilizados para el contrabando ni el narcotráfico y que los más ricos tampoco se aprovechen de su beneficio.
En la conferencia de prensa, Vargas insistió en el pedido de que la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín, dejen sus cargos.
"Hemos perdido el miedo; ya nos somos esos indígenas que nos dejábamos atemorizar de un Gobierno", dijo Vargas.
El líder del movimiento Pachakutik (brazo político de la Conaie), Marlon Sant, dijo que la dirigencia indígena sufre persecución.
Santi se refería específicamente al movimiento político del expresidente Rafael Correa, Revolución Ciudadana.
La decisión del Ejecutivo de retirar el subsidio a los combustibles, adoptada el 1 de octubre, desató una ola de protestas en todo el país, con mayor intensidad en su capital, en donde se vieron actos violentos y saqueos e incluso acciones como la quema de oficinas de la Contraloría General de la Nación, y el ataque a medios de comunicación, hechos nunca antes vistos en Ecuador.
En la noche del 13 de octubre, con la mediación de las Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y la veeduría de las diferentes funciones del Estado, los movimientos indígenas de Ecuador y el Gobierno llegaron a un acuerdo que puso fin a las protestas.