El mandatario conservador ha mantenido el calendario original del 'Discurso de la Reina' incorporado en su decisión inicial de suspender el Parlamento de Westminster, que el Tribunal Supremo del Reino Unido declaró ilegal en un fallo unánime dictado el 24 de septiembre.
"El discurso de la Reina en este momento no solo parece innecesario sino también inapropiado", argumentó el profesor Robert Hazell, en el blog de la facultad University College London (UCL), de la Universidad de Londres.
Requiso ahora el protagonismo de la Reina para abrir un nuevo curso legislativo, con la tradicional parafernalia y pompa estatal británica, pese a que está tratando casi simultáneamente de disolver el Parlamento y convocar elecciones generales lo antes posible.
El primer ministro ha perdido todas las votaciones en los Comunes desde que tomó posesión de su cargo en julio y presiona a la oposición para adelantar las legislativas con la esperanza de revertir la minoría que heredó de su antecesora, Theresa May, y que él mismo amplió purgando de su partido a los diputados opuestos a un Brexit abrupto.
"Johnson está utilizando a la Reina para difundir el manifiesto político del Partido Conservador", denunció el líder laborista Jeremy Corbyn.
El espectáculo empieza por lo general con la salida de Isabel II del palacio de Buckingham en carroza tirada por caballos, continúa en la sede parlamentaria de Westminster con un acto en reivindicación de la independencia de los Comunes y culmina en el desfile hasta la Cámara de los Lores, donde la soberana pronunciará el discurso gubernamental luciendo la corona imperial.
"Boris Johnson ya ha causado la más grande polémica constitucional de su reinado, y no debería abusar más de su posición", advirtió Hazell.
El profesor ve una "contradicción inherente entre los dos objetivos" del primer ministro, que anunciará un plan legislativo a través de la Reina mientras abona el terreno de una contienda electoral antes de final de año.
"Será bochornoso para la Reina y le arrastra de nuevo a la controversia polémica", criticó el experto en cuestiones constitucionales.
El Reino Unido carece de una constitución escrita y se rige por leyes, normas y convenciones históricas.
"El principio fundamental de nuestra Constitución es la soberanía parlamentaria, que tanto el Ejecutivo como las Cortes de Justicia deben respetar", señaló recientemente la juez Lady Brenda Hale.
Las negociaciones del divorcio entre Londres y Bruselas se han intensificado en los últimos días y el resultado debería esclarecerse antes o durante la Cumbre del Consejo Europeo prevista los próximos 17 y 18.
Johnson ha convocado una sesión extraordinaria del Parlamento de Westminster el sábado 19.