El accidente ocurrió el 9 de octubre de 2019, después de que el dron hubiera acabado su tercer vuelo de prueba, que según el servicio fue exitoso.
"Los fuertes vientos superficiales y el mal funcionamiento del sistema provisional de recuperación de pruebas de vuelo del vehículo provocaron un percance", según un comunicado de prensa oficial de la Fuerza Aérea.
"El prototipo del sistema de colchones sufrió una anomalía que provocó que la aeronave sufriera daños al aterrizar", explicó el fabricante, Kratos, en su propia declaración.
El dron tenía un tradicional sistema de recuperación de paracaídas. Es decir, cuando el dron termina el vuelo, el motor se apaga y despliega un paracaídas. Las bolsas de aire también despliegan y amortiguan las aeronaves cuando aterrizan. Este es un concepto probado que ha estado en uso en los aviones no tripulados desde la década de 1970.
El fabricante aseguró que "los daños han sido evaluados inicialmente y se ha determinado que son totalmente reparables" y también destacó que diseñó Valkyrie desde el principio para ser "rápidamente reparado y reutilizado si se producen daños después de realizar misiones operativas".
La compañía también agregó que planea abordar completamente los problemas con el sistema de colchones en el cuarto vuelo de prueba.
"Este tercer vuelo completó exitosamente sus objetivos y expandió la zona de los vuelos en comparación con los anteriores", dijo en un comunicado el general de división de la Fuerza Aérea de Estados Unidos William Cooley, jefe del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea.
"Hemos reunido una gran cantidad de datos valiosos del vuelo e incluso aprenderemos de este percance" aseguró.
El vuelo de prueba duró aproximadamente 90 minutos. El dron voló a altitudes y velocidades nunca antes alcanzadas. La Fuerza Aérea no dio a conocer detalles sobre los parámetros exactos de la prueba.
El primer vuelo del avión no tripulado tuvo lugar el 5 de marzo de 2019 y duró aproximadamente 72 minutos.