"En el norte de Siria hay zonas donde están los combatientes de ISIS [organización terrorista prohibida en Rusia y otros países] y hasta el momento las zonas estuvieron vigiladas por las formaciones militares kurdas y ahora el Ejército turco entra allí, los kurdos abandonan los campamentos y [los terroristas] podrían darse a la fuga", dijo el mandatario ruso.
Putin cuestionó la capacidad de las fuerzas turcas de tomar bajo el control la situación.
Asimismo indicó que, según datos de la inteligencia rusa, en el norte de Siria hay centenares de terroristas y podrían trasladarse tanto hacia adentro de Siria, a los territorios no controlados por nadie, como a otros países y regiones.
"Simplemente tenemos que entender y saberlo, movilizar los recursos de nuestros servicios especiales para prevenir esta amenaza real", apuntó.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso instó este 11 de octubre a evitar que la operación turca se traduzca en una mayor desestabilización del noreste de Siria.
"Las hostilidades en la zona fronteriza, la escalada de tensión y de violencia al este del Éufrates no dejan de suscitar la más seria preocupación. Creemos importante prevenir una mayor desestabilización en el noreste [de Siria] y evitar que sufran los civiles", declaró la Cancillería rusa.
En su comunicado, el ente hace "un llamado a todas las partes a actuar con la máxima contención, sopesando una y otra vez las medidas que toman, y respetar plenamente la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria".
Sin cuestionar el derecho de Turquía y otros países de la región a llevar cabo operaciones antirerroristas para garantizar su seguridad, la nota resalta que la paz y la estabilidad en esta parte de Siria "solo puede lograrse a través de un diálogo efectivo y respetuoso entre el Gobierno y los kurdos, que son parte inalienable de la sociedad siria".
"Moscú reafirma la disposición de facilitar este diálogo y otras medidas encaminadas a normalizar las relaciones entre los países de la región", añade el comunicado.
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria cuyos objetivos, según Ankara, son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en territorio turco.
Según Ankara, más de 340 militantes fueron neutralizados en los primeros días de la operación.