"En el marco del ataque abierto contra la soberanía siria el 9 de octubre de 2019 las fuerzas turcas realizaron una ofensiva de envergadura a lo largo de la frontera turco-siria de Kobani a Dayrik [Al Malikiya] (...) como resultado fallecieron decenas de civiles, centenares resultaron heridos y centenares de miles de habitantes de la zona se dirigieron hacia áreas más seguras", dice el documento.
La operación está dirigida contra las fuerzas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, terroristas para Turquía) y las milicias kurdosirias a las que Ankara vincula con el PKK y que dominan el noreste sirio.
Las fuerzas turcas ya atacaron las localidades de Ras al Ain, Al Darbasia, Al Malikiya y Qamishli en la gobernación de Hasaka, así como los poblados de Tel Abiad y Ain Issa en la gobernación de Al Raqa, y bombardearon más de 180 objetivos de las milicias kurdas en el primer día de la intervención.
Estados Unidos, el principal aliado de las milicias kurdas en Siria, ya dejó claro que no apoyará la intervención de Turquía, y no se implicará en esa operación ni mantendrá sus fuerzas en el área.
El Gobierno de Siria, que no reconoce la autonomía kurda al este del río Éufrates, ni a su ala militar, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), protestó por la operación turca, denunciando que viola la integridad territorial del país y el derecho internacional.
