Según las cifras oficiales, es "el programa de creación de empleos más grande del país", que permitió la siembra de 500.000 hectáreas, en el que están trabajando casi 230.000 sembradores.
"El 8 de octubre, cumplimos un año de haber presentado lo que era Sembrando Vida, éramos Gobierno en transición y nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador nos dio una tarea muy importante a la secretaría de Bienestar", antes llamada de Desarrollo Social, reseñó Albores en un adelanto de su primera comparecencia ante el Congreso el jueves 10 de octubre.
El programa se plantea lograr "producción para el bienestar", y tener cadenas de valor agregado en tres años, para lograr "fustes de árboles en 15, 20, 25 años".
El programa tuvo en 2019 un presupuesto de unos 7.500 millones de dólares (15.000 millones de pesos) que aumentará a más de 12.500 millones de dólares el próximo año, expandiéndose de ocho a 18 provincias, de los 32 estados que forman la federación mexicana.
El padrón exacto actual del programa es de 229.091 sembradores, un 99,6% de la meta de 230.000, dijo Abores.
"Este es un programa único en el mundo, por su sentido social y escala espacial, no hay otro, estamos hablando entre 2019 y 2020 tener un millón de hectáreas en esta reforestación, restauración productiva", enfatizó la funcionaria federal en una presentación junto con el mandatario.
El programa permite además una "regeneración del tejido social, de ecosistemas y también de economías locales", con una apuesta por la regeneración de comunidades y de los territorios rurales.
Según la oficina de las Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, en inglés) en 2018 México se caracterizaban por "estrategias que apoyaban a los que más tienen y eran orientadas a proveer bienes privados individuales, que aumentan desigualdades regionales y entre productores", reseñó la funcionaria.
Las políticas alimentarias contaban con "un excesivo número de programas que pulverizaban la acción gubernamental".
En cambio, el centro del programa Sembrando Vida es "la familia campesina, la unidad campesina, en este sentido es un modelo diferente".
La extensión de Sembrando Vida
México tiene 200 millones de hectáreas, de esas en tierras comunales hay un reparto de 106 millones de hectáreas; y en pequeña propiedad 70 millones, de manera que "la propiedad social de la tierra en nuestro país es grande".
Por esa razón, es el único programa social que no se aplica por un censo individual, sino que se trabaja a través de un "sujeto social" campesino.
Los funcionarios federales contactaron asambleas comunitarias y de las localidades campesinas (ejidos) para presentarlo.
"La unidad campesina, la familia campesina, es eficiente y eficaz, porque ha logrado sobrevivir pese a esos embates" de las anteriores políticas gubernamentales, aseguró Albores.
Además, fueron incorporados 25 pueblos originarios, que trabajan en 575.000 hectáreas de los primeros ocho estados con 362 municipios y 400 comunidades, tierras comunales y en más de 3.000 localidades, pequeña propiedad.
En más de 340.000 hectáreas de cultivos tradicionales, "que forman parte de la cultura de las sembradoras y de los sembradores, en la milpa con sus diferentes variantes, estamos ya trabajando con los árboles forestales sembrando".
Los militares de la Defensa Nacional, a través de 12 viveros, van a entregar 100 millones de plantas, principalmente forestales o maderables, de caoba, cedro rojo, cedro blanco, entre otras especies.
Pero también se nutrirá el programa de las llamadas Comunidades de Aprendizaje Campesino, que se plantean tener 7.750 viveros comunitarios, y comprar 10 millones de plantas más a productores privados.
El Gobierno de México está exportando ese programa a Guatemala, Honduras y El Salvador, con ayudas de 30 millones de dólares a cada país, para sembrar 50.000 hectáreas en cada uno, y atacar las causas de la pobreza y violencia que causan la migración.