"Hay que hacer que lo que ella (la Amazonía) tiene de bueno nos sirva a nosotros y a la humanidad; queremos legalizar los 'garimpos' [asentamientos de minería ilegales] en la región para los blancos y para los indios, por su bien", dijo el canciller, según recoge la Agência Brasil.
El canciller remarcó que el Gobierno quiere llevar a los pueblos indígenas "la posibilidad de conducir el crecimiento, usar sus tierras y sus riquezas".
La Constitución brasileña establece que las tierras demarcadas por el Estado como territorios indígenas no pueden albergar producciones agrícolas o ganaderas que no sean destinadas al autoconsumo, y la actividad minera también está prohibida.
Muchas de estas tierras sufren con invasiones constantes por parte de madereros que extraen árboles de manera ilegal o de garimpeiros, buscadores ilegales de oro y otros minerales.
El ministro de Exteriores aseguró que el Gobierno tiene una "nueva filosofía de preservación ambiental" que no se limita solo a protección, sino que "intenta dirigirse a la generación de empleos, de oportunidades".
Previamente, Bolsonaro había pronunciado otro discurso en este mismo evento diciendo que la Amazonía está "casi totalmente preservada", y bromeó dirigiéndose a los empresarios, diciendo que a ellos no los iban a quemar.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), en agosto (cuando se detectó un repunte destacado de incendios) se quemaron 24.944 kilómetros cuadrados de selva amazónica, y en septiembre, 16.253.