"De momento continúo (en el PSL); no hay ninguna crisis, es una pelea de marido y mujer, de vez en cuando ocurre, el problema no es mío, la gente quiere un partido diferente, que actúe, el partido está estancado, no hay ninguna confusión", afirmó el presidente en declaraciones recogidas por el portal G1.
Unas horas antes, el presidente nacional del PSL, Luciano Bivar, afirmó que el presidente ya estaba "fuera del partido" y "olvidado".
El PSL es el partido que tiene una mayor bancada en la Cámara de Diputados, con 54 parlamentarios, pero consiguió esa fortaleza en las pasadas elecciones gracias al tirón de Bolsonaro, ya que antes era un partido minoritario.
Desde hace meses, surgen en cuentagotas denuncias relacionadas con la presunta financiación irregular del partido durante la campaña electoral, lo que ya está desgastando a Bolsonaro y su entorno.
En febrero, el exministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno (que dirigió el partido en Pernambuco, noreste) fue destituido, y hace unos días la Fiscalía denunció al actual ministro de Turismo del Gobierno, Marcelo Álvaro Antônio, por un esquema similar en el estado de Minas Gerais (sureste), pero de momento Bolsonaro le mantiene en el cargo.
Si finalmente se confirma que el líder ultraderechista deja el PSL en busca de otro partido será la décima vez en que cambia de siglas a lo largo de sus casi 30 años de trayectoria política.