"Sus palabras [de Bolsonaro] fueron terminales, él ya está apartado; ¿no dijo que había que olvidar el partido? Está olvidado", dijo Bivar, citado por la revista.
La víspera, Bolsonaro había comentado a un simpatizante que se olvidase del PSL, y añadió que Bivar está "quemado" en su tierra natal, la ciudad de Recife (estado de Pernambuco, noreste).
La fortaleza del partido se debe a Bolsonaro, quien se afilió a esta formación poco antes de la campaña electoral, antes, el PSL, era un partido minoritario.
El presidente del partido aseguró que aunque Bolsonaro salga de la formación, seguirán apoyando al Gobierno.
"Puede llevarse todo del partido, sólo no puede llevarse la dignidad, el sentimiento liberal que tenemos y el compromiso con la lucha contra la corrupción", concluyo Bivar.
Las desavenencias tienen que ver con los numerosos escándalos que el partido afronta por presunta financiación ilegal de la campaña electoral que culminó con la victoria de Bolsonaro.
Según las investigaciones, dirigentes regionales del partido se habrían aprovechado de una ley que preveía financiación específica para candidaturas de mujeres, presentando a candidatas de "fachada" para captar esos fondos y desviarlos a las arcas del partido.
Debido a estas irregularidades, el ex ministro de la Secretaría de General de la Presidencia, Gustavo Bebianno (y ex dirigente del PSL en el estado de Pernambuco, sureste) fue destituido de su cargo en febrero.
El PSL está dividido entre los que apoyan a Bivar y defienden la fidelidad a la formación a pesar de los escándalos, y el ala bolsonarista, que podría abandonar la formación y afiliarse al nuevo partido que escogiera el presidente.
Si finalmente se confirma que el líder ultraderechista deja el PSL será la décima vez en que cambia de partido a lo largo de sus casi 30 años de trayectoria política.