La demanda, presentada al Tribunal Distrital del Condado de Dallas, Texas, EEUU, alega que los pilotos de Swapa se comprometieron a pilotar los 737 Max porque, según Boeing, cumplían con las normas de aeronavegabilidad y, en esencia, eran idénticos a los aviones 737 que los aviadores habían pilotado durante años.
"Estas declaraciones eran falsas. Los errores de Boeing le costaron la vida a 346 personas, perjudicaron un vínculo crucial entre pilotos y pasajeros, y redujeron las oportunidades para los viajes aéreos a lo largo de Estados Unidos y el mundo", señala Swapa en su comunicado.
Fundada en 1967, Southwest Airlines tiene una capitalización de 28.500 millones de dólares, según Forbes. Figura entre las diez primeras aerolínea del mundo en cuanto a la facturación y el número de pasajeros transportados y es el operador más grande de los 737 Max que, según las previsiones, no retomarán el vuelo hasta el primer trimestre de 2020.
Dos catástrofes aparentemente similares en menos de cinco meses —de un vuelo de la compañía indonesia Lion Aire en el mar de Java y de Ethiopian Airlines cerca de Adís Abeba, con 189 y 157 muertos, respectivamente— provocaron una cascada de suspensiones por parte de aerolíneas y reguladores del transporte aéreo, dejando en tierra la flota global de los 737 Max y provocando un desplome de las cotizaciones de Boeing en la bolsa.
El sistema MCAS baja automáticamente la trompa del avión cuando los sensores detectan un ángulo de vuelo muy elevado que puede llevar a que la aeronave entre en pérdida.
Boeing informó a mediados de mayo pasado que había completado el desarrollo de una actualización para el MCAS de los 737 Max, así como los ensayos del simulador correspondiente, y que sus pilotos habían realizado 207 vuelos de prueba con el nuevo software, de cara al proceso de certificación.
En julio pasado, Boeing anunció un fondo de compensaciones de 100 millones de dólares para las familias de los víctimas de los accidentes de JT610 (Lion Air) y ET302 (Ethiopian Airlines).