El Ministerio de Finanzas calculó el daño que sufriría el presupuesto del país por posibles perturbaciones en los mercados de crudo para comprobar su nivel de estabilidad.
En el caso más extremo, si el precio del petróleo de la marca Urales cae a 10 dólares por barril y permanece en ese nivel durante 10 años, la tesorería perderá ingresos de la venta de los recursos energéticos equivalentes a un 70% del PIB anual.
Sin embargo, las autoridades rusas no consideran realista una perturbación tan radical en los mercados de materias primas.
Una caída hasta 40 dólares tampoco le parece probable al ministerio. Y este caso, no se estima ninguna pérdida en el presupuesto, informa el diario.
Según el Ministerio de Finanzas, las reservas acumuladas y la estabilidad de las finanzas públicas en su conjunto permitirán que la economía supere un período de precios bajos de hidrocarburos sin golpes importantes.