"Ahorita no podemos hablar de erupción, fue una mínima emisión de cenizas que nos recuerdan que se trata del volcán más activo de El Salvador, y que, como si fuera una gripe, debemos estar pendientes de los síntomas, por pequeños que sean", explicó a esta agencia el experto del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Si bien el evento fue leve y no afectó a la población de los cantones aledaños, Gutiérrez llamó a no subestimarlo, pues la gente tiende a confiarse cuando pasa mucho tiempo desde la última actividad.
El volcán de San Miguel, una caldera activa y de cono abierto, no registraba alteraciones en sus indicadores de temperatura, vibración y desgasificación desde el pasado 12 de enero.
"Cuando viene un evento fuerte, desde días antes comienzan a alterarse los indicadores de sismicidad, cantidad de gases, deformación en la montaña… Además, la gente escucha retumbos y siente un olor a azufre cada vez más fuerte, lo cual indica que algo dentro está cambiando, y que puede venir una erupción", precisó el experto.
El especialista del MARN aseguró que los indicadores en el resto de los volcanes salvadoreños están en su nivel normal.
El Chaparrastique está enclavado en la oriental cordillera de Chinameca, y con 2.129 metros sobre el nivel del mar es el tercer volcán más alto de El Salvador, tras el Ilamatepec de Santa Ana (occidente) y el Chinchontepec de San Vicente (centro).