"El Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, rechaza categóricamente las afirmaciones que con ligereza se hacen en la declaración titulada 'Una política exterior para la paz y no para la guerra' e invita a quienes la suscriben a abandonar la dañina e inexistente división entre amigos de la paz y amigos de la guerra", señaló la Cancillería de Colombia en un comunicado.
Al respecto, el Gobierno colombiano señaló en su réplica que "la exigencia de la entrega de los terroristas del ELN, que permanecen en territorio cubano, busca hacer justicia" por el atentado cometido el pasado 17 de enero contra la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, que dejó 22 personas muertas y más de 60 heridas, y por lo cual el Ejecutivo rompió los diálogos de paz con esa guerrilla.
Colombia reclama a La Habana que entregue en extradición a los antiguos jefes negociadores de paz del ELN, a quienes señala como responsables del atentado, pero Cuba sostiene que no entregará a los guerrilleros y que respeta los protocolos de rompimiento de las negociaciones de paz, los cuales prohíben la extradición de cualquiera de ellos.
Asimismo, negó que la misión diplomática de Noruega haya sido excluida de encuentros y visitas de importancia para la implementación de la paz en Colombia, como lo señaló el movimiento, y aseguró que la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación (CSIVI) no perdió relevancia.
"La comunidad internacional ha estado en permanente contacto con las diferentes instancias encargadas de la implementación, participa constantemente de encuentros con las autoridades del Gobierno y con los exmiembros de las FARC", subrayó.
Por último, consideró que Defendamos la Paz "falta a la verdad" cuando hace afirmaciones acerca de la existencia de "posiciones del Gobierno pro-paz afuera para conseguir recursos y anti-paz adentro, para desmontar el grueso del Acuerdo", y aseguró que la administración de Duque busca mantener la política de paz en el país.