"La aparición de estos sistemas en Europa Central, incluida Europa Occidental, hará cambiar radicalmente la situación desde el punto de vista de las tareas de seguridad nacional de Rusia", dijo en declaraciones a la revista Mezhdunarodnaya Zhizn (Vida Internacional).
El diplomático explicó que "esto es debido al tiempo de vuelo de los misiles y al tiempo de reacción a su lanzamiento, porque los sistemas de aviso de cualquier país son incapaces de determinar a distancia si es un misil con ojiva nuclear o un misil convencional".
Rusia también anunció la suspensión de su compromiso con ese tratado, pero al mismo tiempo declaró que Moscú no desea implicarse en una carrera armamentista, mantiene sus propuestas de desarme y esperará a que EEUU esté dispuesto a entablar conversaciones al respecto.
Dos semanas después los militares estadounidenses ensayaron un misil de medio alcance, con lo que se confirmaron las informaciones de los servicios de inteligencia rusos de que Washington venía desarrollando armas prohibidas por el Tratado INF mucho antes de que este acuerdo cesara.