En la mayoría de los casos, los elefantes adultos logran escapar con solo algunas heridas. Los bebés, sin embargo, no suelen tener la misma suerte y terminan convirtiéndose en la próxima comida de los reptiles hambrientos.
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En la mayoría de los casos, los elefantes adultos logran escapar con solo algunas heridas. Los bebés, sin embargo, no suelen tener la misma suerte y terminan convirtiéndose en la próxima comida de los reptiles hambrientos.