Una compilación de imágenes publicadas en las redes sociales muestra una astuta estrategia utilizada por los cocodrilos para atacar a elefantes mucho más grandes que ellos. Los reptiles acechan en los estanques y ríos y, cuando los elefantes meten sus trompas en el agua para refrescarse, las muerden ferozmente.
En la mayoría de los casos, los elefantes adultos logran escapar con solo algunas heridas. Los bebés, sin embargo, no suelen tener la misma suerte y terminan convirtiéndose en la próxima comida de los reptiles hambrientos.