El entorno de seguridad que rodea a Japón evoluciona muy de prisa, constata el informe. También va creciendo rápidamente el uso de nuevos dominios como el espacio, el ciberespacio o el espectro electromagnético, lo que implica la transformación del diseño clásico de seguridad que se centraba en las respuestas en tierra, mar y aire.
Por lo que respecta a las armas clásicas, el Libro Blanco prevé la construcción de destructores y submarinos, la compra de cazas F-35A, la mejora de las capacidades de aviones de combate F-15, los estudios necesarios para modernizar el destructor JS Izumo, la adquisición de misiles de largo alcance y armas de lanzamiento a distancia, las investigaciones en materia de planeadores hiperveloces (HGVP) para la defensa de islas remotas y la adquisición de sistemas terrestres Aegis Ashore.
Corea del Norte
Según el Libro Blanco, Japón considera que las Fuerzas Armadas de Corea del Norte siguen representando una amenaza para la seguridad del país.
El documento señala que después de la cumbre de EEUU y Corea del Norte, Pyongyang anunció su disposición para la desnuclearización de la península coreana y el repliegue de los polígonos misilísticos, pero por otra parte "tiene varios cientos de misiles balísticos que alcanzan cualquier parte de nuestro país, y es capaz de lanzar un ataque de misiles sorpresa contra nuestro país porque posee lanzaderas de misiles móviles y submarinos".
Asimismo, el informe no descarta que durante la sexta prueba nuclear realizada por Corea del Norte en septiembre de 2017 fuese ensayada también una bomba de hidrógeno.
Además, se señala que solo entre mayo y agosto de este año Pyongyang llevó a cabo nueve lanzamientos de misiles balísticos y otros misiles modernizados.