"Según las investigaciones, las acciones del grupo criminal fueron practicadas bajo determinación de líderes que se encontraban en cárceles; las órdenes eran planeadas por esos líderes y ejecutadas por miembros de esa misma organización que se encontraban en libertad", informó la policía en un comunicado.
La policía cumple 15 mandatos de prisión preventiva y otros 14 de búsqueda y aprehensión contra presuntos responsables de atacar, en abril de este año, torres de transmisión de energía eléctrica en el área metropolitana de Fortaleza, la capital de Ceará, así como de quemar vehículos, autobuses y tiendas en los últimos días.
En este tiempo, un total de 257 presos fueron transferidos a otras cárceles para combatir los atentados, y diez jefes de facciones del narcotráfico fueron llevados a cárceles federales, consideradas de máxima seguridad.
Según las autoridades del Gobierno del estado de Ceará, la ola de violencia es un chantaje del narcotráfico después de que se decidiera poner fin a determinados privilegios que los presos tenían en las cárceles.
El gobernador de Ceará, Camilo Santana, del Partido de los Trabajadores (PT) defiende encuadrar los recientes ataques como actos de terrorismo para endurecer las penas aplicadas.