Netanyahu aseguró que no tiene "nada que ocultar" y dijo en un vídeo que "tras un raudal de filtraciones sesgadas y parciales, es hora de que el público lo escuche todo".
Netanyahu quiere que los ciudadanos puedan seguir en directo toda la audiencia para garantizar "verdad y justicia".
El primer ministro en funciones recibió el 25 de septiembre el encargo de formar Gobierno por parte del presidente de Israel, Reuven Rivlin, después de las elecciones del 17 de septiembre.
El fiscal general anunció en febrero que imputaría a Netanyahu por soborno, fraude y abuso de confianza en tres casos. Mientras siga siendo primer ministro no tiene que dimitir, según la ley. Pero será difícil que consiga el apoyo de todos los partidos que necesita para formar Gobierno, si lo acusan formalmente.
La imputación de Netanyahu es uno de los escollos principales para la formación de un Gobierno de unidad con la coalición centrista Azul y Blanco, que ganó las elecciones con 33 escaños, uno más que el Likud.
"Queremos actuar contra la corrupción y no nos podemos sentar [en el gabinete] con un primer ministro contra el que hay acusaciones pendientes", afirmó hoy Benny Gantz, líder de Azul y Banco, en una reunión que mantuvo su partido.