"Muchas gracias por la consideración, presidente Donald Trump", escribió el mandatario brasileño Jair Bolsonaro apenas unas horas después de su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas. El presidente del país suramericano se cruzó en los pasillos con su par estadounidense, con quien se estrechó varias veces la mano y se dio un abrazo.
En su discurso, el líder brasileño se encargó de enfatizar que "es una falacia que la Amazonía sea patrimonio de la humanidad o el pulmón del planeta".
Tras afirmar que los ataques recibidos por su país a partir de los incendios en la Amazonía despertaron un "sentimiento patriota", Bolsonaro acusó de tener "un espíritu colonialista" a quienes apuntan que todo el planeta tiene jurisdicción sobre los bosques amazónicos y dijo que atacan "lo que es más sagrado": la "soberanía" del país.
A su turno, el presidente de Estados Unidos coincidió con Bolsonaro en la reivindicación del nacionalismo, en contraposición a posturas más "globalistas".
"El futuro no es de los globalistas. El futuro es de los patriotas. El futuro es de las naciones soberanas e independientes", sentenció Trump, luego de acusar a los "activistas en pro de las fronteras abiertas" de promover políticas "crueles y perversas".
No fue la única coincidencia entre los presidentes de Brasil y EEUU. Ambos dedicaron parte de sus alocuciones a fustigar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como a cuestionar al 'socialismo'.
- Obrigado pela consideração, Presidente @realDonaldTrump ! pic.twitter.com/KcJZifEi9a
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) September 24, 2019
Trump aseguró que el socialismo es "uno de los más serios desafíos de nuestros países" y describió a ese sistema como un "rompe-naciones y destructor de sociedades". Al respecto, dijo que Venezuela "recuerda a ese socialismo y comunismo que no se trata de justicia, de equidad, de mejorar la vida de los pobres y ciertamente no se trata del bien de la nación, sino que es sobre una sola cosa: el poder de la clase dominante".
"Reitero el mensaje para el mundo que hoy recibo en casa: Estados Unidos no será nunca un país socialista", remarcó.
El mandatario suramericano atribuyó a los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y Dilma Rousseff (2011-2016), del Partido de los Trabajadores, llevar a Brasil a estar "muy próximos" al socialismo que, según Bolsonaro, trajo corrupción, criminalidad y "ataques ininterrumpidos a valores familiares y religiosos".
Ni Trump ni Bolsonaro evitaron las referencias directas a Cuba y Venezuela. Mientras Bolsonaro aseguró que en Brasil hubo 'agentes cubanos' que buscaron la "implementación de dictaduras" en el exterior, Trump aseveró que la isla "saquea el petróleo de Venezuela para sostener su propio régimen comunista" y prometió "ayuda humanitaria" a los venezolanos.
La religión fue otro de los puntos que unió los discursos de ambos presidentes. Fiel a su condición de evangélico, Bolsonaro hizo varias referencias a dios en su discurso y acusó a la 'ideología de género' de "destruir la inocencia de nuestros niños, pervirtiendo la identidad más básica y elemental: la biológica". Además, se manifestó preocupado por la persecución a misioneros y minorías religiosas en el mundo.
Las coincidencias entre los dos discursos parecen no ser nada casuales. Desde el ascenso que lo llevó a la Presidencia de Brasil, Bolsonaro cultivó un estilo desembozado similar al que le valió el triunfo político a Trump en 2016. El uso sistemático de su cuenta personal de Twitter como forma de anunciar decisiones o cuestionar adversarios políticos también es una marca registrada de ambos.
Asimismo, los dos mandatarios han mostrado posiciones similares sobre algunas cuestiones como el rechazo al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, el rechazo a los inmigrantes o la negación del cambio climático, entre otros.