"La invocación del TIAR busca presionar a los sectores políticos de la oposición venezolana que están buscando una salida negociada y permitir que sean las posiciones representadas por (el líder opositor Juan) Guaidó, más intervencionistas y guerreristas, las que se impongan en el conflicto. En otras palabras, se busca que actores de la oposición abandonen el diálogo y se generen las condiciones para precipitar un enfrentamiento civil en Venezuela", dijo a esta agencia Hernández.
La resolución no contó con el apoyo de Uruguay, que había aclarado con anterioridad que el TIAR no puede ser aplicado contra Venezuela, porque este país se retiró del pacto en 2013.
Venezuela se retiró del TIAR durante el Gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), quien alertó que este podría ser utilizado para una acción contra su país.
Por su parte, Hernández sostuvo a esta agencia que con la invocación del TIAR se convierte a la región en una "zona potencial de enfrentamiento".
Consideró que la invocación del TIAR se retrotrae a lo que sucedió en los años 60, con la crisis de los misiles en Cuba, o en 1982 con el ataque de potencias extranjeras contra Argentina en la Guerra de las Malvinas.
En ninguno de los dos casos el TIAR fue aplicado.
"La invocación del TIAR es como volver a la Guerra Fría. El mundo tiene que acudir a los principios del derecho internacional, a la no intervención y a la solución pacífica de las controversias", agregó.
EEUU y otros 54 países han respaldado a Guaidó, pero Rusia, China, Cuba, Bolivia, Turquía han dicho que reconocen al presidente Nicolás Maduro como el único mandatario legítimo de Venezuela.
En tanto México y Uruguay ya se habían declarado neutrales y propuesto un diálogo entre las partes para superar la crisis.