Tras cumplir 178 años, esta compañía ha entrado en fase de suspensión de pagos después de que fracasaran las negociaciones con su principal accionista y los acreedores, informó la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido. Como consecuencia, las autoridades británicas tuvieron que lanzar una operación para poder repatriar a más de 150.000 turistas que a día de hoy se encuentran en el extranjero.
Thomas Cook es el segundo operador turístico más grande del mundo. Casi 3,6 millones de pasajeros utilizaron vuelos regulares y chárter de la compañía para viajar a España, principalmente a las Islas Baleares y Canarias, según los datos publicados por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Además, la empresa británica trabajó con 20 hoteles en las Baleares, otros 20 en Canarias y seis en el resto del país ibérico.
Las Federaciones de Hoteles de Ibiza y Formentera advirtieron que el colapso de Thomas Cook infligiría un daño considerable a la industria hotelera local, dado que al menos 70.000 turistas debían viajar a las islas durante esta temporada con ese mismo turoperador.