"Dieciocho trabajadores fueron rescatados en condiciones análogas a la esclavitud en dos establecimientos rurales del municipio de Uruará, en la región de Altamira, en el sudoeste de Pará", informó el Ministerio este 23 de septiembre en un comunicado.
La operación tuvo lugar entre los días 10 y 19 de septiembre con el apoyo de la Defensoría Pública de la Unión y de la Policía Federal.
Este grupo se dedicaba a "deforestar la selva nativa para crear pasturas", mientras que en la segunda hacienda, donde había otros 10 trabajadores, el principal objetivo era preparar las pasturas, aplicar herbicida y cuidar del ganado bovino.
Los trabajadores no tenían acceso a agua potable para beber ni para higiene personal, tampoco parcelación de alimentos, instalaciones sanitarias ni un lugar para guardar comida, además de que les adeudaban sus salarios.
Los dos empleadores llegaron a un acuerdo para pagar los montos correspondientes a indemnizaciones por daños morales (el ministerio no divulgó la cifra) mientras que los trabajadores rescatados fueron dirigidos a órganos asistenciales de acogida.