El grupo de viajes británico Thomas Cook cayó el 23 de septiembre en bancarrota tras fracasar las negociaciones con sus acreedores, dejando a 600.000 turistas varados en el extranjero, de ellos 160.000 son ciudadanos del Reino Unido.
"Intourist tiene contratos propios con sus socios en el extranjero que saben que somos una subsidiaria de Thomas Cook, pero tenemos relaciones comerciales independientes. Por eso los turistas rusos no tendrán ningún tipo de problema", dijo a Sputnik el director general de Intourist, Víctor Topolkaraev.
El alto ejecutivo espera que la buena reputación y la amplia experiencia de Intourist ayuden a la compañía a revertir el panorama informativo negativo provocado por la quiebra del grupo británico, el más antiguo del mundo con 178 años de historia.
Reino Unido fletará desde este 23 de septiembre varios aviones para repatriar a los 160.000 británicos atrapados en el extranjero en lo que sería la mayor operación de evacuación en tiempos de paz.
El colapso de la compañía Thomas Cook, que operaba en más de una decena de países, provocará la pérdida de 22.000 puestos de trabajo, 9.000 solo en Gran Bretaña.