"Ellos exageran el daño [causado a Saudi Aramco], la razón de ello es que Estados Unidos quiere extender completamente su dominio a la región para apoderarse del petróleo del este de Arabia Saudí", recoge la nota publicada en la página web oficial de Rohaní.
Washington quiere aprovechar los recientes ataques para pactar con los países de la región acuerdos militares por miles de millones de dólares, lo que comprueba el deseo de EEUU de mantener una presencia permanente en la región, afirmó el mandatario persa.
El 14 de septiembre, las instalaciones de la empresa Saudi Aramco en Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí, fueron objeto de un ataque reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen.
Estados Unidos y Arabia Saudí sostienen que detrás del incidente está Irán, que rechaza en términos categóricos su implicación.
El portavoz del Ministerio de Defensa saudí, Turki Maliki, afirmó el 18 de septiembre que las instalaciones en Abqaiq y Khurais habían sido atacadas con 18 misiles de crucero y siete vehículos aéreos no tripulados de fabricación iraní.
El culpable de los ataques en Arabia Saudí es Arabia Saudí https://t.co/ofXZus1sfg
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) September 23, 2019
El ataque redujo en 5,7 millones de barriles la producción diaria de Saudi Aramco, estimada en unos 9,8 millones de barriles, y provocó una subida del petróleo sin precedentes desde la guerra del Golfo (1990-1991), pero más tarde los precios bajaron ante la noticia de que Arabia Saudí no tardaría mucho en recuperar el volumen.