"Los sistemas antiaéreos S-400 del regimiento emplazado en Nueva Zembla están operativos", dice la nota.
Las nuevas baterías, subrayó la institución, permitirán ampliar el área de vigilancia en el Ártico.
El regimiento, desplegado en ese territorio desde 2015, estaba dotado antes de los S-300.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, los misiles interceptores del sistema puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.