"Pasamos por una noche realmente exigente. No sufrimos fatalidades. Nuestro país es resiliente. Vamos a superar esto", aseguró el ministro de Seguridad Nacional, Wayne Caines, en declaraciones reproducidas por el periódico The Royal Gazzette.
Según el rotativo, numerosas edificaciones fueron dañadas por el alcance de ráfagas de viento de hasta 183 kilómetros por hora, sobre todo en techos y ventanales de cristal, mientras que más de 28.000 personas sufrieron un apagón en sus viviendas.
"Una vez que culminemos la evaluación de los daños, comenzará la restauración de las líneas eléctricas, las instituciones y la infraestructura más crítica; nuestra prioridad será garantizar la seguridad del público", precisó Caines, quien instó a la población a alejarse de cables caídos y a proteger a los ancianos y las personas más vulnerables.
El Servicio Meteorológico de Bermuda confirmó al amanecer que la tormenta se alejaba con rumbo norte-noroeste, y alertó sobre la formación de la tormenta tropical Jerry, que podría llegar a la isla la próxima semana.
