El expresidente de Tepco, Tsunehisa Katsumata, de 79 años, y dos antiguos vicepresidentes de la compañía —Ichiro Takekuro, de 73, y Sakae Muto, de 69— eran acusados de negligencia criminal que provocó decenas de víctimas humanas, por no haber tomado medidas frente al tsunami.
Los tres imputados alegaron que no podían haber previsto el tsunami que paralizaría la central nuclear de Fukushima Daiichi.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 y el posterior tsunami azotaron la prefectura de Fukushima, en el noreste de Japón, provocando la anegación de cuatro de los seis reactores de la central nuclear y dejando fuera de servicio el sistema de refrigeración, lo que derivó en una serie de explosiones de hidrógeno y la fusión del combustible.
El accidente de Fukushima fue el mayor desastre nuclear desde Chernóbil, en 1986.
Se estima que Japón tardará casi 40 años en recuperarse completamente de la tragedia.