En una nota enviada a través de Suiza, Teherán avisó a los estadounidenses que su respuesta será inmediata.
El 14 de septiembre varios drones impactaron en las instalaciones petroleras de la compañía Saudi Aramco, en las localidades de Adqaiq y Khurais, situadas a más de 800 kilómetros de la frontera yemení. El ataque fue reivindicado por los rebeldes hutíes que exigen a Arabia Saudí cesar su apoyo al presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi y sus operaciones militares en el territorio del país.
EEUU acusa a Irán
Inmediatamente, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de lo sucedido y afirmó que no habían pruebas de que el ataque proviniera de territorio yemení.
El incidente disparó ya los precios del petróleo que subieron más de 10% por la incertidumbre.
Los hutíes atacan con regularidad con drones las instalaciones de Arabia Saudí. En agosto sus aparatos impactaron en el yacimiento de petróleo y gas de la localidad de Shaybah.
Desde Irán calificaron la ofensiva de los rebeldes hutíes como una "advertencia a los saudíes que destruyeron Yemen".
En línea con las afirmaciones estadounidenses, el Ministerio de Defensa saudí, que encabeza el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, adelantó que presentará este 18 de septiembre las supuestas pruebas de la implicación de Irán.
Asistencia rusa
Para paliar las consecuencias del ataque a las refinerías de Saudi Aramco, varias compañías rusas ofrecieron asistencia a Arabia Saudí canalizando la iniciativa a través del Fondo de Inversión Directa.
Las plantas atacadas disminuyeron su producción a menos de la mitad al pasar de 9,8 millones a 4 millones de barriles diarios.
Y mientras se esperan las presuntas pruebas de la implicación de Irán, el presidente estadounidense, Donald Trump, informó a través de Twitter que había ordenado recrudecer las sanciones contra Teherán.
Las tensiones entre Washington y Teherán siguen en aumento desde mayo de 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, y restableció sus sanciones unilaterales contra Irán.
El documento que había sido sellado en 2015 entre el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia más Alemania) y Teherán, contemplaba una serie de limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.