Aunque las rayas de las cebras son únicas, como una huella dactilar, este bebé de cerca de poco más de una semana de vida posee un patrón de pelaje visto pocas veces en la naturaleza.
La razón de la distinta coloración del animal, apodado Tira por el guía que la descubrió, es una condición llamada pseudomelanismo. Esta rara mutación genética hace que los animales presenten algún tipo de anormalidad en el patrón de sus rayas.
La vida de los animales con pelaje tan distinto, desgraciadamente, no suele ser muy larga. Eso se debe a que es muy fácil para los depredadores atacar a un animal que se destaca del resto del grupo.
"He visto varias fotos de potros con este patrón específico a lo largo de los años, pero solo en una foto, de los años 50, se podría decir que el ejemplar era joven o adulto", detalló el biólogo Ren Larison a National Geographic.
Además de su camuflaje, estudios recientes han sugerido que las rayas de las cebras sirven para disuadir a las moscas que pican y transmiten enfermedades. Algunos experimentos han sugerido que a estos insectos no les gusta aterrizar en superficies rayadas.
Sin embargo, si logra sobrevivir a todas las dificultades, es bastante probable que no tenga problemas en ser aceptada por la manada, pudiendo crear relaciones normales con otras cebras, incluido el apareamiento.
