"Hemos pedido reuniones con el presidente de la Asamblea legislativa de manera formal y le hemos pedido reuniones al ministro de Agricultura y de Salud. Nosotros no vamos a ser radicales. Lo que queremos es tener un diálogo con las autoridades para que nos ayuden a definir los siguientes pasos en la producción y precios; en otras palabras, para saber qué está permitido y qué no. Queremos buscar la posibilidad de que tengamos nosotros nuestras propias granjas", dijo Ponce.
El parlamento venía analizando este proyecto desde el 28 de mayo de este año.
La asambleísta Gabriela Rivadeneira, quien presentó inicialmente la propuesta el legalizar el cannabis medicinal en 2016, dijo a Sputnik el 31 de mayo que su proyecto de ley quedó "varado por mucho tiempo" por presión de la Iglesia Católica y de grupos conservadores.
"Esto es un gran paso, es una ventana abierta enorme. Cuando una posibilidad se abre, lo que hay que buscar es la ampliación de esos derechos pero de manera gradual. Si nosotros planteamos el reforzamiento de una manera que sabemos que no está en el Estado y en la sociedad, lo único que vamos a hacer es perder y lo que nosotros queremos es ganar. Por eso vamos a ir dando paso a paso. Lo importante es haber dado la primera batalla", reflexionó Ponce.
"Es indescriptible la emoción que tienen los familiares con cáncer, con enfermedades catastróficas. Creemos que en el futuro vamos a seguir teniendo la resistencia de estos grupos conservadores en Ecuador y en el mundo entero. Hay una campaña global de quitar derechos a nivel mundial. Hay que estar vigilantes, porque derecho que no se defiende, derecho que se pierde", reflexionó.
El integrante de la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción Pro-Cultura Occidental, José Gómez, había dicho a Sputnik en mayo que la iniciativa es parte de una "crisis moral", que pretende "disolver" las familias e implementar una "agenda internacional izquierdista-marxista".
En Bolivia, Costa Rica y Ecuador, el consumo personal de marihuana está permitido dentro de ciertos límites.
Uruguay se convirtió en 2013 en el primer país del mundo en legalizar y regular la producción y el comercio de marihuana recreativa.
El uso de medicamentos obtenidos de cannabis puede ayudar al tratamiento de pacientes con epilepsias refractarias, artritis reumatoide, insomnio oncológico, Parkinson y otras enfermedades crónicas.
