En septiembre de 2017, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ordenó que se eliminaran todos los productos de Kaspersky Lab de los ordenadores instalados en las oficinas del Gobierno con el argumento de que podrían ser usados por la inteligencia rusa.
"Kaspersky Lab insiste en que las afirmaciones se basaron en acusaciones infundadas, rumores y especulaciones y no contenían ninguna evidencia que las sostuviera", dijo a Sputnik la oficina de prensa de la empresa.
La firma remarcó que su iniciativa global de transparencia informática y la apertura de Centros de transparencia en distintas regiones del mundo demuestran la fiabilidad y la seguridad de sus soluciones y del procesamiento de los datos de los usuarios.
En diciembre de 2017 el presidente estadounidense, Donald Trump, oficializó el veto a los antivirus de la empresa en las instituciones gubernamentales.
Desde el Ministerio de Exteriores de Rusia calificaron la decisión estadounidense de competencia desleal en el mercado de los programas antivirus.