"Nuestros equipos mantienen contactos. También nosotros seguimos de cerca la situación. Estamos en contacto y planeamos conversar sobre ello, particularmente hoy [16 de septiembre], mientras nuestros equipos estén trabajando", declaró el ministro ruso refiriéndose a su homólogo saudí, Abdulaziz bin Salmán al Saud.
Para Nóvak, "la seguridad energética en general se ve perturbada cuando se producen semejantes ataques", por lo que tales casos no deberían ocurrir.
Nóvak expresó la seguridad de que hay reservas suficientes para cubrir la eventual escasez del crudo a raíz de los ataques.
"Entonces podremos entender hasta qué punto se han visto influidos el volumen de la producción y los suministros", agregó.
A juicio de Nóvak "hay suficientes inventarios comerciales en el mundo para poder compensar la escasez del petróleo a mediano plazo".
Sobre la seguridad de las infraestructuras de energía en Rusia, afirmó que se garantiza continuamente.
A la pregunta de si el comité OPEP+ podría reunirse de urgencia tras el incidente, el ministro dijo que primero habría que evaluar los daños.
"Siempre podemos hacerlo, todo dependerá de la evaluación del impacto a largo plazo sobre el mercado. Hay que ver cómo evoluciona la situación, me refiero a la restauración de esas infraestructuras en Arabia Saudí", señaló.
Las partes del acuerdo OPEP+, según el ministro ruso, podrán "reunirse y renegociar algunos parámetros en el caso de que haya demanda o fuerza mayor". "Todavía es pronto para decirlo, no entendemos del todo cuánto se tardará en restablecer las instalaciones", reafirmó.
Según él, "no se planea [una discusión] aparte, pero tradicionalmente hay un intercambio de opiniones sobre los temas de candente actualidad y es de suponer que ese asunto también sea tratado".
El 14 de septiembre una serie de ataques con drones provocó incendios en dos refinerías de la compañía Saudi Aramco en los distritos de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí.
La compañía reconoció que el incidente redujo su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles, casi a la mitad.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de los ataques en Abqaiq y Khurai y otro centenar de ataques contra Arabia Saudí.
Irán rechazó en términos contundentes la acusación, al subrayar que EEUU busca destruir su reputación y allanar el camino para futuras sanciones.