El Gobierno español expresó su firme condena a los ataques contra la mayor refinería de Arabia Saudí.
"Este tipo de ataques ponen en riesgo la vida de civiles, agrava las tensiones y amenazan la seguridad regional", señala el comunicado.
España señala que este ataque también afecta "a la seguridad energética mundial".
El Gobierno español hace un llamamiento urgente en su comunicado para que "cesen" estos ataques y reitera "su apoyo a la ONU en sus esfuerzos de desescalada y de promoción de la resolución pacífica del conflicto de Yemen".
Por su parte, Alemania exhortó a investigar a fondo los recientes ataques antes de indicar a los presuntos responsables.
"Para identificar a los culpables de este delito —y no podemos tomar decisiones apresuradas aquí— es importante tener un cuadro exacto de lo que pasó, investigar escrupulosamente quiénes y qué se esconden detrás de ello", declaró el portavoz del Gobierno federal, Steffen Seibert.
Alemania, agregó él, mantiene un intercambio de opiniones con sus aliados sobre el asunto.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Catar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Thani, condenó los ataques lanzados contra las instalaciones de Saudi Aramco.
Por su parte, la ONU condena los recientes ataques contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudí y llama a las partes a la máxima moderación, declaró en un comunicado el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock.
"Expresamos nuestra condena a los ataques del sábado [el 14 de septiembre] contra instalaciones petroleras de Arabia Saudí y reiteramos el llamado del secretario general de la ONU a mantener una moderación máxima y a impedir cualquier agudización", dijo el funcionario.
A pesar de que los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese acciones de combate en Yemen, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de los ataques en Abqaiq y Khurais y otro centenar de ataques contra Arabia Saudí.
En respuesta, Irán rechazó en términos contundentes la acusación, al subrayar que EEUU busca destruir su reputación y allanar el camino para futuras sanciones.