En realidad no se trata de un solo edificio, sino de todo un complejo que, a primera vista, podría parecer una base terrestre de los alienígenas. El complejo consta de ocho edificios octagonales colocados en círculo, en el interior del cual hay dos edificios más.
Pero al prestar un poco más de atención se hace evidente que estos edificios en realidad consisten en varias construcciones concéntricas que están unidas entre sí por unos pasos. Imágenes satelitales más antiguas indican que todos estos círculos están conectados entre sí por túneles subterráneos.
Según explica el medio estadounidense The Drive, los ocho círculos representan a las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas de Egipto, para cada una de las cuales se dedican dos edificios. Aunque tenga la apariencia del decorado de una película de ciencia ficción, esta configuración del Ministerio de Defensa acarrea en realidad ventajas importantes.
Dicho edificio forma parte de los planes del Gobierno de Egipto de construir toda una ciudad nueva a 30 km de El Cairo, y ubicar en ella todas las instituciones estatales, así como las viviendas de quienes trabajen allí. Los funcionarios podrían evitar así la incomodidad que está experimentando actualmente la capital egipcia debido a la gran densidad de la población.
La construcción del nuevo Ministerio de Defensa comenzó en pleno desierto egipcio en 2016, y ya en octubre de 2018 se podían apreciar en fotos algunos de los edificios a punto de ser finalizados. En estas imágenes se observa la grandeza que persiguieron los arquitectos egipcios con las gigantescas columnas que adornan las entradas a estos edificios.
The latest photos For the #Octagon “#Egypt’s New Ministry of defense HQ in the New Administrative Capital City. pic.twitter.com/wz8xhBH79V
— Mahmoud Gamal (@mahmouedgamal44) 12 октября 2018 г.
El propio bloque del Ministerio de Defensa ya supone una obra de escala difícil de imaginar, razón por la cual lleva aparejados también gastos ingentes. Según el medio, parte de la financiación proviene de las inversiones de los países del golfo Pérsico y China, así como de las iniciativas de recaudación de fondos del propio Gobierno egipcio.
Vista la escala del nuevo complejo gubernamental que está proyectado (incluso está previsto un aeropuerto propio), se pone en duda que al final sea posible recolectar los fondos suficientes para finalizarlo. El nuevo edificio del Ministerio de Defensa podría resultar la única parte del proyecto que se quedara en medio del desierto, concluye Rogoway, aunque la viabilidad futura del complejo está por verse aún.
