Durante su entrevista de despedida como embajador de EEUU en Belgrado, Kyle Scott dijo saber que la mayoría de los serbios tienen sentimientos negativos respecto a su país, principalmente debido a los bombardeo de la OTAN de 1999. No obstante, llamó a continuar trabajando para profundizar los lazos entre ambas naciones.
"Ni Serbia ni EEUU pueden hacer retroceder el reloj. Lo que podemos hacer es mirar hacia 1999 desde una perspectiva más amplia. Las relaciones entre EEUU y Serbia a lo largo de la historia fueron en general excelentes, con la excepción de los años noventa y los acontecimientos durante el régimen de Milosevic. Han pasado dos décadas desde entonces. Ya es hora de avanzar y mejorar nuestras relaciones", afirmó el embajador.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, aconsejó al diplomático qué hacer para poder "avanzar". Es sus palabras, lo primero que tiene que hacer EEUU es disculparse públicamente por los bombardeos, así como pagar una compensación por los muertos, heridos y enfermos a causa de los proyectiles con uranio empobrecido.
"Y solo entonces, después de haber creado una base adecuada y no tóxica, se debería hacer un llamado a 'seguir adelante'", aconsejó la portavoz.
Diferentes investigaciones indican que EEUU ha estado utilizando proyectiles con uranio empobrecido en diferentes conflictos a lo largo de los últimos 30 años, desde Irak en 1991 y 2003 hasta los conflictos en la antigua Yugoslavia en la década de 1990. El polvo radioactivo que dejan estas municiones contamina la región donde fueron empleados, elevando la incidencia de enfermedades oncológicas entre la población civil y causando terribles deformaciones entre los bebés neonatos.
La incidencia de todo tipo de males relacionados con la radiación incrementa incluso entre los propios soldados de a pie de la OTAN que permanecen en las regiones contaminadas. Así, de los 2.000 soldados italianos desplegados en Kosovo e Irak, 109 han sufrido de cáncer y fallecido a causa de la irradiación por uranio.