En las imágenes se puede ver un equipo de cinco soldados estadounidenses que están practicando el tiro con un mortero de gran calibre. Uno de ellos se ocupa de sacar los proyectiles de la caja y pasarlos al cargador. Mientras tanto, un tercer miembro del equipo se encarga de la base del mortero.
особливо корисний чувак на опорній плиті pic.twitter.com/qE5KR5VEBT
— Конопляний Джмелик (@dmitrosel007) 13 сентября 2019 г.
Estos tres soldados no atraen la atención, puesto que los restantes dos muestran unas pericias nunca vistas al emplear un mortero de gran calibre. Así, uno de ellos se queda agachado sobre la plataforma del mortero a modo de contrapeso con el trasero prácticamente reposando sobre el cañón. Pero su peso es insuficiente y con cada tiro el soldado es lanzado a unos centímetros del suelo.
Sin embargo, es una violación clara de las medidas de seguridad, puesto que en caso de estallar indebidamente el proyectil o quedarse atascado en el mortero el soldado podría quedar gravemente herido. Normalmente, para sujetar al mortero en posición se usan sacos de arena que se ponen sobre su plataforma, o piedras en caso de no tener alternativas.