"No lo vamos a aprobar ahora porque la última sesión es el jueves (12 de septiembre) y no tenemos más posibilidad, pero sí hay un compromiso de la bancada del (partido gobernante) Frente Amplio para tratarlo cuando haya una sesión especial (…) Que va a ser ley antes de fin de año, no tengan duda", señaló el congresista de izquierda.
La norma regula las actividades tendientes a distribuir, comercializar, vender, ofrecer o suministrar a título gratuito, promocionar, patrocinar o publicitar bebidas alcohólicas y, de aprobarse, sería la tercera experiencia en ese sentido que atraviesa este país sudamericano luego del tabaco, en 2005, y la marihuana, en 2013.
Pero se propone regularlo sin "modificar la cultura de consumo y sin afectar las ventajas y beneficios de la actividad económica que lo sustenta".
En consecuencia, el debate sobre la regulación del alcohol tiene una diferencia de sus antecesores que es el carácter abierto de la discusión previa a la sanción, donde todos los actores involucrados son parte de las negociaciones.
Así, y luego de diversos reclamos del sector empresarial, los diputados que promueven el proyecto aceptaron modificar algunos artículos que generaban controversia, en particular, el que prohíbe "la realización de concursos, torneos o espectáculos públicos, con o sin fines de lucro, que promuevan la ingesta de bebidas alcohólicas, con excepción de las modalidades de cata o degustación".
Con todo, la iniciativa busca aumentar la percepción del riesgo del consumo abusivo de alcohol, retrasar la edad de inicio, disminuir la tolerancia social respecto al consumo excesivo y asegurar la accesibilidad a servicios de salud y surge de una iniciativa que el propio presidente Tabaré Vázquez tuvo en 2015, dos años antes de presentarlo al Congreso, donde ya obtuvo media sanción del Senado en julio de este año.
"Tuvimos mala recepción en la oposición porque estamos en campaña electoral, por eso nuestra idea es votarla en diciembre porque, en caso contrario, cada partido querrá sacar rédito político, sobre todo teniendo en cuenta que en el Senado todos votaron en contra y calculo que en Diputados pasará lo mismo", aseveró Gallo.
Problemas entre los jóvenes
La última encuesta permanente de hogares da cuenta de que Uruguay presenta un consumo algo por encima del promedio mundial, 6,8 litros de alcohol puro per cápita anuales en mayores de 15 años, con el problema más grave entre jóvenes y adolescentes.
La encuesta nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media realizada en 2016 dice que ocho de cada 10 jóvenes de entre 13 y 17 años asumen que por lo menos una vez en su vida han consumido bebidas alcohólicas y siete de cada 10 lo hicieron en el último año.
Otra cuestión social que preocupa a las autoridades uruguayas son las llamadas "previas" en la que muchos menores de edad beben alcohol en exceso en sus casas antes de salir a bailar y que, en la mayoría de los casos, sucede con la autorización y hasta incentivo de los adultos.
Según los especialistas, esta práctica puede interferir no solo desde el punto de vista neurobiológico, sino que se estima que las probabilidades de dependencia de alcohol son un 7% más altas por cada año por debajo de los 21 años en que se haya iniciado el consumo.