En un boletín médico divulgado este 11 de septiembre, el hospital Vila Nova Star de Sao Paulo informó que "la reintroducción de la alimentación por vía oral será evaluada diariamente y ocurrirá en el momento oportuno".
El presidente no tiene dolores ni fiebre, pero en las últimas horas hubo más lentitud en los movimientos intestinales y distensión abdominal, lo que llevó a los médicos a ponerle una sonda nasogástrica por donde se alimenta.
Bolsonaro sigue realizando fisioterapia motora y pequeños paseos por el pasillo del hospital y está previsto que esté internado al menos hasta el 15 de septiembre.
Esta es la cuarta operación que le realizan al líder ultraderechista desde que en septiembre de 2018 recibiera una puñalada en el abdomen que casi le provoca la muerte.