"Las actividades en la mina ya están completamente normalizadas hoy lunes. Hemos logrado los puntos centrales de nuestra huelga, que ha sido reconocida como legal", dijo Modesto Calle, líder laboral de San Cristóbal, en una declaración a reporteros.
"Ha sido una negociación difícil, pero al final, con la intervención del Gobierno, la Central Obrera Boliviana y la Federación de Mineros, hemos llegado a una solución, porque se reconoce nuestro derecho a los pagos extraordinarios y se respeta el laudo arbitral que dictó un tribunal hace un mes", añadió.
Ese laudo, emitido a principios de agosto por un tribunal tripartito (empresa-sindicato-Gobierno) al cabo de un pleito de varios meses, ordenó que la empresa pague a sus trabajadores bonos devengados por más de una década por concepto de trabajos en días domingo y horas extras.
En el acuerdo final, la empresa se comprometió a normalizar esos pagos a partir de este año y a dar a cada trabajador un bono inmediato equivalente a 5.000 dólares, a cuenta de los beneficios adeudados, según reportes de medios locales.
La semana pasada, los huelguistas instalaron un campamento en una calle céntrica frente al Ministerio de Trabajo, donde se declararon en huelga de hambre el viernes 6, un día antes del fin del conflicto.
San Cristóbal, considerada la única mina de clase mundial de Bolivia, tiene 1.400 trabajadores y produce unas 650.000 toneladas anuales de concentrados de zinc-plata y plomo-plata, que equivalen a aproximadamente la mitad de la producción minera total del país.
La empresa, cuya explotación está ubicada cerca del salar de Uyuni, obtuvo en 2018 ingresos por aproximadamente 5.000 millones de dólares y pagó al Estado unos 200 millones de dólares por impuestos y regalías.