Este grueso y ancho músculo se ubica en la parte inferior de la pierna, debajo y por detrás de los gemelos y ejerce una serie de importantes funciones en nuestro organismo. En particular, ayuda a flexionar, plantar o extender el pie así como eleva el talón cuando nos pongamos de cuclillas.
Según explican varios especialistas, este músculo es traicionero porque una vez lesionado no causa molestias y recae de una manera imprevista. En España las lesiones de esta parte del cuerpo se convirtieron en una "epidemia silenciosa".
Futbolistas de todo el mundo empezaron a lesionarse el músculo sóleo hace más de una década aunque antes de eso este problema casi no existía. Últimamente estos traumas se han multiplicado considerablemente.
El periódico argentino Clarín conversó con varios expertos sobre las posibles causas que podrían conducir al surgimiento del nuevo problema. El extraumatólogo de la Asociación del Fútbol Argentino Luis Pintos, considera que su aparición se debió a dos motivos:
- el aumento de la intensidad de los entrenamientos;
- el avance de la tecnología.
El aumento de la intensidad contribuyó a que los ejercicios de pique y reacción pasaran a predominar frente a los de fondo y resistencia en los entrenamientos de los futbolistas, destacó el experto en una entrevista al medio argentino.
Resulta que el sóleo cuenta con fibras de contracción lenta, es decir se movilizan durante ejercicios de intensidad baja y cuando se utilizan en actividades más intensas aparece la lesión, explicó Daniel Stumbo, integrante del Departamento Médico de Vélez.
"Hoy todo es velocidad, fuerza, potencia; la mayoría de los entrenamientos son con pelota y hay mucho arranque, freno y saltos. Todo esto influye", aseveró.
Sin embargo, estas no son las únicas causas que contribuyen al surgimiento del malestar. El calzado y el estado de los campos de fútbol desempeñan un papel no menos importante en el surgimiento del problema, opina el médico Jorge Batista.
El avance de tecnologías médicas permitió distinguir las lesiones de sóleo de las de los gemelos. En contraste con el segundo músculo, el sóleo requiere más tiempo para recuperarse. En promedio la recuperación suele tardar entre tres o seis semanas.