En una declaración enviada a la agencia Yonhap, el ente señaló que es "consciente de la decisión, anunciada por el Gobierno de la República de Corea el viernes (30 de agosto), de acelerar el proceso de devolución de las instalaciones estadounidenses".
"Respetamos su decisión y seguimos comprometidos a cooperar con el Gobierno de la República de Corea para permitir el retorno de las instalaciones de Estados Unidos a las comunidades públicas y locales de la República de Corea lo más rápido posible", agrega el comunicado.
Una de las prioridades para el Gobierno es realizar la transferencia del control operacional en tiempos de guerra (OPCON) a militares surcoreanos sobre la base de una fuerte alianza con EEUU.
En un principio estaba previsto que Washington devolviera este control a Seúl en 2015, pero la administración surcoreana pospuso la transferencia alegando un posible recorte de las capacidades de defensa conjuntas. Actualmente, los aliados prevén completar el traspaso en 2022.
Desde que terminó la Guerra de Corea (1950-1953), EEUU mantiene en la península una fuerte presencia militar, estimada hoy en unos 28.500 efectivos.