"La Comisión Europea ha anunciado un nuevo paquete de ayuda humanitaria por valor de nueve millones de euros para atender las necesidades de familias afectadas por la violencia en Birmania, en particular las que viven en los estados de Kachin, Shan y Rakhine", dice el comunicado.
"La situación en Birmania va más allá de los refugiados rohinyá. No podemos olvidarnos de las víctimas de Birmania que fueron desplazados de sus hogares debido a la continúa violencia dentro del país", declaró el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.
Stylianides subrayó que "la protección de los civiles sigue siendo la máxima prioridad para la Unión Europea".
"La asistencia que anuncio hoy está encaminada a proteger a aquellos más vulnerables que fueron privados de sus derechos básicos", afirmó.
Birmania, un país mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a los rohinyás, comunidad musulmana estimada en entre 1,1 y 1,5 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
De acuerdo con la Comisión Europea, unos 600.000 rohinyás permanecen en el estado birmano de Rakhine, sin reconocimiento de su estatus legal, confinados en aldeas o desplazados en campamentos con limitadas libertades de circulación y falta de acceso a servicios sociales.
