Para el presidente ruso, el judo es más que un deporte. Señaló que mejora la vida de una persona en general, desarrollando su "fuerza de voluntad, el respeto por los demás, la resistencia, la capacidad de recibir un golpe y salir de situaciones difíciles con dignidad".
"El presidente de Mongolia, Khaltmaagiin Battulga, practica judo y sambo —defensa personal sin armas— y es un maestro de artes marciales reconocido internacionalmente. Los intereses comunes y una forma de pensar similar nos ayudaron a establecer rápidamente la comprensión mutua o, como se dice, a estar en la misma onda", declaró.
Asimismo, Putin agregó que las artes marciales "nos ayudan a mantener un diálogo eficaz, a resolver las cuestiones bilaterales de manera constructiva y a lograr un mayor éxito en la ejecución de proyectos prometedores".
El mandatario ruso practica judo desde que tenía 11 años y no ha parado desde entonces, logrando el 8.º dan de cinturón negro en este deporte. También tiene el 8.º dan en karate Kyokushinkai y el 9. º dan en taekwondo, mientras que Battulga ha practicado judo y alcanzó el estatus de campeón del mundo de sambo en 1983. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, incluso sugirió en una ocasión que se celebrara un combate entre los dos presidentes en Japón.