"En total son 3.004 casos [2.899 confirmados y 105 probables], incluidos 2.006 muertos, 902 sobrevivientes y pacientes que reciben tratamiento", informa la OMS con datos actualizados hasta el 28 de agosto de 2019.
Se precisa que del total de los decesos, 1.901 corresponden a los casos confirmados de la enfermedad.
"Los más afectados son los más jóvenes, más de 500 niños murieron y muchos más han perdido al menos a uno de sus padres o no pueden ir al colegio porque está cerrado o porque tienen que trabajar para sobrevivir", comentó.
También constató que el brote está fuera del control al recordar que la víspera un nuevo caso se registró en Uganda.
Kerr advirtió que el riesgo de epidemia se mantendrá por al menos un año y probablemente tendrá un impacto regional.
"El Gobierno de la RDC debe asegurar que haya dosis suficientes de la vacuna Merck por al menos un año más y aumentar el número de vacunas autorizadas para contrarrestar el brote de ébola", dijo Kerr.
También llamó a las autoridades congoleñas a garantizar que las clases en los colegios no se suspendan por el brote del virus y que los niños tengan acceso a los estudios.
El brote actual de ébola en la RDC fue declarado el 1 de agosto de 2018.
En concreto, protestó contra la decisión de encargar a un equipo multidisciplinario de la solución del problema, así como la presión externa para autorizar en la RDC la segunda vacuna contra el ébola, producida por la estadounidense Johnson & Johnson.
El virus del Ébola provoca una enfermedad grave que a menudo conduce a un desenlace letal, con una tasa de mortalidad que llega al 50%.
La enfermedad, que se contrae mediante el contacto directo con órganos, sangre u otros líquidos corporales de las personas infectadas y con materiales contaminados, va acompañada de fiebre, debilidad y dolores musculares, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.