Durante la construcción de grandes autovías, los diseñadores rusos crean tramos especiales donde los aviones de combate y de transporte pueden aterrizar en caso de que sea necesario. En uno de estos tramos, los militares rusos desplegaron un aeródromo temporal con munición, combustible y toda la infraestructura aeronáutica. Estas herramientas ayudaron a los pilotos a efectuar aterrizajes y prepararse para despegar.
Los militares rusos emplearon por primera vez el sistema automatizado de repostaje centralizado durante estos ensayos. El sistema incluye seis aparatos para repostar combustible, un módulo de bomba y un grupo de depósitos con volumen de hasta 400 metros cúbicos. La capacidad de cada estación supera los 500 litros por minuto y permite repostar combustible en seis aviones en menos de 10 minutos.
Además, se ensayó un camión cisterna ATZ-20 con capacidad de 1.200 litros por minuto que ayuda a repostar combustible en un avión en menos de cinco minutos.
El 20 de agosto un ejercicio similar fue llevado a cabo por los ‘tanques’ voladores Su-25, que aterrizaron sobre un campo con un aeródromo improvisado. Allí, estos aviones de ataque también fueron repostados y armados para que pudieran cumplir su misión.