Mickael Behn, heredero de la compañía Havana Docks, afirma que estas tres compañías violaron la ley estadounidense al usar la Terminal de Cruceros de la Habana.
Ambos exigen a las compañías una compensación por haber usado esta propiedad.
"Estamos estudiando la demanda, y hasta ahora no tenemos comentarios sobre el litigio", dijo el portavoz de Royal Caribbean.
Otras compañías de cruceros aún no han comentado el caso.
Según el Título III de la ley Helms-Burton, los ciudadanos estadounidenses podrán demandar en Cortes por propiedades nacionalizadas o confiscadas en Cuba en los primeros años de la Revolución, acción que las autoridades cubanas han calificado como ilegal, extraterritorial, y violatoria del derecho internacional.
Esta nueva demanda se une a la establecida el pasado 2 de mayo por los mismos empresarios contra la empresa de cruceros Carnival, por supuestamente "traficar" con propiedades nacionalizadas en la isla.
El Título III de la mencionada ley se mantuvo suspendido durante muchos años y ningún mandatario estadounidense lo había puesto en vigor hasta que Donald Trump lo activó en mayo pasado.
Varios países con fuerte presencia inversionista en la isla han expresado su rechazo a esta ley aprobada en 1996, entre ellos México, España, Canadá y la Unión Europea, quien amenazó a Washington con establecer una reclamación en la Organización Mundial de Comercio.