"La terquedad y torpeza con que el Gobierno de Bolsonaro trata el tema, su cinismo al querer responsabilizar a las organizaciones ambientalistas, refleja su desprecio hacia toda política de sustentabilidad", comentó a esta agencia el exviceministro de Ambiente y Recursos Naturales en El Salvador (2014-2019).
Para Ibarra, Bolsonaro es otro abanderado de una retórica encabezada por el presidente de EEUU, Donald Trump, que insiste en negar el calentamiento global y las graves repercusiones para la supervivencia humana de políticas predadoras con el ambiente.
"Todo el mundo debería involucrarse no solo en la extinción de este fuego puntual, sino en actuar con sentido de emergencia en una crisis climática que está llegando a niveles insospechados", afirmó el funcionario luterano, a propósito de otros incendios similares en el Ártico, la Siberia o las islas Canarias.
"Se impone trabajar desde las comunidades, desde países pequeños, con políticas de sustentabilidad ecológica, que reparen los graves daños en la naturaleza, que mejoren las condiciones de la biodiversidad y los ecosistemas… Ahora mismo, el mundo está patas arriba", lamentó el experto.
De vuelta a sus orígenes como activista ambiental, Ibarra valoró los logros del Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) en materia ambiental, que sacaron a El Salvador de entre los 10 países más vulnerables al cambio climático.
Sánchez Cerén defendió ante la Organización de las Naciones Unidas en septiembre de 2018 una iniciativa para restaurar y reforestar 350 millones de hectáreas, lo cual garantizaría la reposición de un 37% de las tierras erosionadas en el mundo.
"Además, el Amazonas tiene que ser para sus habitantes, especialmente los originarios, no para monocultivos de celulosa, soja y otros productos de las trasnacionales", acotó Ibarra en diálogo con Sputnik a propósito del desastre en el llamado pulmón vegetal del planeta.
Entre el 1 de enero y el jueves, los focos ígneos aumentaron 85% respecto al mismo período de 2018, llegando a 76.720, indicó el INPE.
Bolsonaro sugirió el miércoles que organizaciones no gubernamentales podrían estar detrás de los incendios para afectar a su Gobierno.
Las políticas de Bolsonaro para la selva tropical provocaron que Noruega y Alemania suspendieran hace días sus aportaciones al Fondo Amazonía, destinado a proteger ese bioma.
Organizaciones ecologistas y políticos opositores denunciaron esta semana que los focos son resultado de las quemas, una práctica habitual de hacendados y agricultores para limpiar terrenos y fertilizarlos antes de plantar, que suele hacerse en la actual estación seca, aunque está penalizada.
Esas conductas se habrían visto alentadas por un reciente decreto gubernamental que autorizó la ampliación de la frontera agrícola.