"Definitivamente el paro cívico de hoy es un fracaso (...), creo que triunfará la democracia, triunfará el pueblo, que quiere democracia y quiere ir a las elecciones del 20 de octubre", dijo a reporteros el canciller Diego Pary, una de varias autoridades que evaluaron la protesta opositora.
La debilidad de la protesta en demanda de la renuncia del TSE y la inhabilitación de la candidatura de Morales se advertía desde principios de semana, cuando el poderoso comité cívico de Santa Cruz (este) se hizo a un lado en solidaridad con los afectados por persistentes incendios forestales en esa región.
Por divisiones internas y conflictos regionales, otros cinco comités cívicos departamentales desistieron luego de participar, lo que redujo la protesta a las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Tarija (sur).
El calificativo de "fracaso" fue repetido por el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, al evaluar reportes de medios y de diversas entidades gubernamentales que, según dijo, "muestran que ha habido un libre tránsito y un desenvolvimiento normal en las tres ciudades".
"Que haya dos o tres personas que sacan un muñeco, mueven un cubo de basura, un poco de tierra, te lleva a pensar que no tienen un apoyo mayoritario (…), está muy lejos de ser una causa de defensa por la democracia, o alguna que la gente considere justa", afirmó el ministro portavoz.
El paro fue convocado por una alianza de comités cívicos, plataformas ciudadanas y ciudadanos notables, en coordinación con varios candidatos opositores, como nuevo capítulo de su lucha contra la candidatura de Morales, a la que consideran inconstitucional.
Villena dijo que, por haber habilitado la candidatura de Morales, el TSE "ha abandonado su responsabilidad de respetar el voto" y "no constituye garantía de unas próximas elecciones limpias".
La policía informó que al menos seis activistas fueron detenidos en La Paz y Cochabamba por bloquear calles pero que serían liberados sin que enfrenten cargos.