"S&P Global Ratings baja calificación de largo plazo de Argentina a 'B-' debido a que la turbulencia del mercado debilita su perfil crediticio" por lo que establece una "perspectiva negativa", dijo la firma en un comunicado.
En un contexto de recesión prolongada y alta inflación, la calificación soberana de Argentina empeoró debido a la depreciación del peso argentino, que llegó esta semana al 23%; a la inestabilidad del mercado financiero y a un aumento de las tasas de interés, explicó S&P.
La agencia estimó que el Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá 2,3% este año, cuando su expectativa anterior calculaba una retracción del 1,6%.
S&P también anticipó una inflación del 55% para este año.
Para fin de año, S&P prevé una cotización del dólar que equivalga a 63 pesos argentinos, lo que "contribuye a un aumento de la deuda neta del Gobierno, (debido a que el 75% de la deuda soberana está denominada en moneda extranjera) a 84% del PIB desde 76% en 2018".
La calificadora de riesgo Fitch también bajó el viernes la calificación de la deuda argentina de "B con perspectiva negativa" a "CCC" en base a la inestabilidad económica y política que vive el país a raíz de las elecciones primarias del pasado domingo.
La inflación en julio llegó al 54,4% interanual, según datos oficiales.
En los comicios del domingo, la alianza opositora Frente de Todos, que lideran Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), obtuvo 47,6% de los votos, frente a 32% de la coalición oficialista Juntos por el Cambio.