"El camino al infierno a menudo está pavimentado con buenas intenciones. Debemos ser conscientes de las posibles consecuencias", indicó Li en un comunicado difundido por los medios locales.
El Gobierno, señaló Li, ha escuchado el mensaje de los manifestantes "alto y claro" y que estaba tratando de encontrar soluciones.
"Los jóvenes siempre temen que no tendrán un lugar en el futuro. Las inversiones en nuestra próxima generación siempre darán frutos para nuestra ciudad", puntualizó.
Además llamó a los hongkoneses a valorar el tiempo y el espacio ofrecidos por "un país, dos sistemas".
"El tiempo es un río sin fin en constante flujo, pero no podemos entrar dos veces en el mismo río. Oremos para que nuestra pasión de hoy no se convierta en el arrepentimiento de mañana", remarcó.
Además el empresario de 91 años publicó un mensaje de dos páginas en los principales periódicos de la región con la firma "residente de Hong Kong, Li Ka-shing" en el que llama a detener la violencia y amar a China, Hong Kong, la libertad y el Estado de derecho.
Hong Kong, antigua colonia del Reino Unido, logró incorporarse a China en 1977.
Los detractores de esta normativa temen la entrega de disidentes políticos a Pekín.
A mediados de junio, el Gobierno de Hong Kong suspendió la polémica ley, pero se negó a revocarla por completo, por lo que las protestas y los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes continúan.
El 12 de agosto, los manifestantes irrumpieron en el aeropuerto de la ciudad provocando la cancelación de cientos de vuelos.